Hoy España se ha levantado más contenta y feliz, ya era hora. Hemos revalidado el título, seguimos siendo campeones de Europa:
Eurocopa 2012.
Mi pasión futbolísitica solo se manifiesta con las dos grandes citas internacionales y con la selección española, por lo que no voy a hacer un análisis pormenorizado de la calidad del juego que nos han ofrecido las distintas selecciones, sino que me voy a centrar en otros aspectos, como por ejemplo, y no podía ser de otra forma, el tratamiento televisivo que ha recibido esta gran cita deportiva, y que ha sido capaz de paralizar e ilusionar a este país.
Pero la verdad es que de este tema poco se puede comentar, se puede resumir en dos palabras:
IM -PECABLES. Mediaset España ha estado a la altura del evento deportivo y ha realizado un trabajo que roza la perfección, sin fisuras, y con un despliegue humano y técnico impresionante. Han estado en todos los puntos de interés para que los espectadores no pierdan detalle de todo cuanto ha ocurrido en esta cita deportiva que reunió en la final ante la señal de T5 casi a 9 de cada 10 personas de los que veían la tele en ese momento. Ha sido el partido más visto de la historia. Además de las pasiones que levanta la selección por sí sola, hay que valorar cómo han sabido transmitir y contagiar la ilusión y la emoción este equipo, que desde Polonia, Ukrania o el plató, han comentado y han vivido cada proeza y cada gesto de esta irrepetible y única selección.
Se merece un aplauso absolutamente todo este equipo capitaneado por Sara Carbonero, Paco González, Manu Carreño, Fernando Morientes, Nico Abad y Juanma Castaño. Un equipo joven y dinámico, compacto, con gran experiencia en cubrir este tipo de actos pero nunca exentos de dificultad, son muchas horas de directo, y aún así los fallos han brillado por su ausencia. Por lo que quiero romper una lanza en favor de Sara Carbonero, que ha sido injustamente machacada desde las redes sociales por algún lapsus que ha tenido en las retransmisiones, como si los demás no se hubiesen equivocado nunca, pero claro, los demás no son novia de Iker Casillas, razón ésta última del machaque constante que ha sufrido la Carbonero, pero afortunadamente no le ha afectado demasiado. En este país hay cosas que no te perdonan: la belleza, el éxito profesional, y el amor correspondido por alguien muy deseado. Esas tres circunstancias se dan en la persona de Sara Carbonero.
Esta relación familiar que hemos visto en el equipo de Mediaset también la hemos visto en los miembros de la selección española. Al igual que en el pasado Mundial y en la Eurocopa del 2008, hay algo que emociona a la afición y hace que se movilice y no piense en otra cosa que en la victoria de la selección: es la unión y la amistad que se respira entre estos chicos tanto dentro del campo como fuera de él. Su sencillez, sus gestos, y por supuesto, la compenetración que hay en el terreno de juego, hace que España entera los quiera, los apoye, los anime, y lo que es más difícil, que España se una con un solo color, el rojo.
Fuentealbilla, Móstoles, Fuenlabrada, Camas, son algunos de los pueblos que han visto nacer a estos héroes, y que ahora, convertidos en estrellas, los siguen viendo como uno más, cuando pasean por sus calles y van para descansar y ver a sus familias y amigos de la infancia.
Gracias a la victoria y a los cuatro goles que encajó la selección italiana, hoy España es un poco más feliz. No se habla de otra cosa, pero desgraciadamente la moneda tiene dos caras. Mientras que los informativos se inundan de la
marea roja, apenas hay tiempo para dedicar unos minutos a los incendios que están asolando Valencia. Mariano Rajoy no se perdió el partido de la final en Kiev, quizás hacía más falta en Valencia, pero claro, ¿desde cuando un presidente del Gobierno está donde más se le necesita? Si hubiera ido a solidarizarse con los valencianos y a conocer de primera mano la magnitud de esta catástrofe habría sentado un precedente coherente y lógico, pero la misión de un presidente del Gobierno es no perderse una final. Además, fuera de la campaña electoral, es más rentable políticamente la foto con los chicos de la selección que con las víctimas de un devastador incendio. Si estuviéramos en campaña vendería más una foto solidaria que una festiva.
Aproximadamente un millón de personas se han dado cita desde Moncloa hasta Cibeles para ver a la selección de cerca, la Gran Vía ha tenido un tute importante 2 días después del desfile del Orgullo Gay, pero España necesita una inyección de alegría, ilusión y optimismo, y merece la pena. Me quedaría con la imagen de Álvaro, el hijo de Vicente del Bosque, que era la viva imagen de la felicidad admirando a sus ídolos.
Es una magnífica selección, que espero que nos siga ilusionando mucho más tiempo, y Mediaset España es un gran equipo que ha sabido captar todos los matices y contagiarnos esa emoción y esa pasión por
LA ROJA.
Unos días en los que España ha sido más feliz y ha derrochado alegría por los cuatro costados sacando las banderas de España para ondearlas al aire sin complejos y sin temor a que te tachen con términos tan trasnochados como "patriota" o "facha", simplemente exhibiendo con orgullo el hecho de ser español. "....soy español, español, español......"
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