lunes, 12 de septiembre de 2011

TELENOSTALGIA: EVA NASARRE

 
Allá por el año 1983 irrumpió en el panorama catódico del UHF una jovencita llamada Eva Nasarre con la misión de poner en forma a todas las amas de casa con un deporte del que no habían oído hablar en la vida: aeróbic.


Un programa que solo duró en la parrilla 2 años  pero permanece en la memoria de todos por lo innovador de la propuesta.
Hizo que las amas de casa, (pertenecían al target al que iba dirigido el programa), se preocuparan más de su forma física y descubrieran que era posible mantenerse en forma de una manera divertida. Eran tiempos en los que Jane Fonda hacía saltar a las americanas, aquí lo consiguió sin tantas pretensiones una chica catalana, a la que muy pronto empezó a llamarla todo el mundo por su nombre y apellido: Eva Nasarre.
Debido a su timidez decidió un día abandonar la televisión, le agobiaba que todo el mundo le reconociera por la calle, y así acabó el programa para siempre. No era fácil encontrar una sustituta que consiguiera el cariño de la gente y que tuviera la dulzura de Eva.
Eva Nasarre formó una familia como soñaba, pero después salió pitando por algo que solo esa familia sabe. Ella, víctma de una enfermedad degenerativa, ha tenido que ver a su ex marido y manipulado hijo ganando dinero contando miserias por los platós. Ella nunca ha contestado, ha preferido el silencio. Con la misma discreción que llegó a la pequeña pantalla salió de ella.

1 comentario:

  1. Me gusta la idea que ha tenido Ricardo de refrescar nuestra memoria televisiva.
    El programa de Eva Nasarre fué un proyecto arriesgado en la televisión de esa época. Cuando Eva aparecía en pantalla, la llenaba de juventud, entusiasmo y ternura, cualidades que cautivaron al público. El éxito de aquel proyecto no fué sólo de la idea de ese formato de programa innovador, no, el éxito se lo dió su conductora, Eva Nasarre. Hizo que muchas mujeres, especialmente amas de casa, se diesen cuenta que debían dedicarse tiempo a ellas mismas, a cuidar su forma física, a quererse... y que no por el hecho de quitar un tiempo al cuidado de su familia, iban a dejar de ser buenas madres y esposas.
    Tristemente la poca fuerza mental o excesiva sensibilidad que poseía, no le permitieron soportar el boom mediático que generó a su alrededor y abandonó la televión tan silenciosamente como llegó a ella.
    Mi recuerdo y admiración para Eva Nasarre que supo decir NO, a un reconocimiento social y unas expectativas ecónomicas con las que no se sentía cómoda ¿Seriamos todos capaces de renunciar?

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