Fue la primera serie que dirigió para TVE Antonio Mercero y, la verdad, es que no cabía la menor duda, porque desde que empezaba la sintonía en la cabecera de la serie y, por supuesto, en su desarrollo, en las tramas en los personajes..., la serie tenía el sello tan personal que tiene los trabajos de este director que tantos éxitos ha dado a la cadena pública.
La costumbrista serie nos presentaba el día a día de unos personajes en un entorno rural: el alcalde, el cura, el cabo de la Guardia Civil, el maestro, el alguacil, el cartero, la boticaria, el conductor del autobús y los niños de la escuela tejían unas tramas amables con cierta moralina muy propia de la época en la que se emitió.Se puede decir que Verano azul, del mismo director, era casi pronográfica al lado del recato de los argumentos que presentaba Crónicas de un pueblo.
Se pueden advertir, aún así, muchos paralelismos con Verano Azul, ya que, aunque con unos 20 años de diferencia entre ellas, eran tramas familiares en las que se trataba de tocar una diversidad de temas enfocados en cada una acorde con la época de su emisión. Esta en un pueblo de Castilla como si fuera un personaje más de la ficción y aquella en un entorno de playa, pero en ambas destaca el sello Mercero.
La popularidad de esta serie fue tan grande que en el pueblo donde se grabó la serie, Santorcaz, recibieron a muchísimos visitantes que querían conocerlo y, claro está, la tranquilidad a la que estaban acostumbrados en ese pueblo se vio interrumpida por tantos forasteros que querían conocer el bar, la farmacia, la escuela y las calles de esta aldea que tanto encandiló a los espectadores. Aún así, sus habitantes nuca perdieron la sonrisa y seguro que la experiencia del rodaje junto a las anécdotas que se vivieron, fueron transmitidas de generación en generación, y los que aún sobreviven recuerdan con cariño aquellos días en los que la rutina cotidiana fue sustituida por los focos, los cables, los decorados y los actores.
Entre los actores estaban Jesús Guzmán, Fernando Cebrián, María Nevado, Tito García y Arturo López, entre otros. Todos ellos gozaron del inmenso cariño del público durante los tres años que permaneció la serie en emisión, y la serie cosechó importantes premios como el Ondas y el TP de Oro.
Si se repusiese ahora parecería un poco ñoña e infantil, pero lo cierto es que en la actualidad hay muchos pueblos como el Santorcaz de 1971. Por supuesto, se llega antes a ellos porque las comunicaciones han mejorado, hay wifi y más adelantos, pero sigue existiendo entornos rurales en los que los niños pueden corretear a sus anchas sin peligro, ausencia de signos que denotan modernidad: bancos, establecimientos de fast-food, centros comerciales, tiendas individuales,... Pueblos en los que todos se saludan y se juntan en el bar del pueblo a tomar sus botellines o vinos, el cura, el alcalde, el pastor,.... Ahora está muy de moda desconectar en un pueblo del stress de la ciudad y de sus agobios. Ahora también se podrían escribir en muchos pueblos de nuestra geografía, no las ingenuas Crónicas de Antonio Mercero de la época, pero sí otras Crónicas de un pueblo.
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Un poquito más de Crónicas de un pueblo... http://laficharosadeltrivial.blogspot.co.at/2014/01/cronicas-de-un-pueblo-television.html
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