domingo, 18 de noviembre de 2012

TELENOSTALGIA: HABÍA UNA VEZ.....UN PAYASO

Esta madrugada se ha ido uno de los últimos iconos de toda una generación, la mía: el entrañable Emilio Aragón Bermúdez "Miliki"


Miliki, el último superviviente del trío de payasos más queridos, hoy nos ha dejado huérfanos y de repente nos ha hecho más mayores aún. El niño que llevamos dentro ha crecido de golpe y ve que lo único que sobrevive al tiempo son los recuerdos y las sensaciones, todo lo demás es efímero.


Crecimos jugando y aprendiendo con la genialidad de quienes aman lo que hacen y de quienes nos sentíamos tan queridos. Nos acompañaron en nuestra niñez y nos ayudaron a ser mejores, a crecer en todos los sentidos, a no ser idiotas y preocuparnos de lo superfluo, a ser compañeros, a ser amigos, a ser hijos,... a ser personas. Aprendimos lo que es el respeto, aprendimos a compartir y hasta a multiplicar.
Siempre estarán en nuestro corazón esas canciones que amenizaban nuestras meriendas y nuestros deberes, esas historietas que tanto nos divertían con el gran señor Chinarro, esas míticas frases que incluso hoy se siguen utilizando con tanta frecuencia, "¿Como están ustedes?·



Miliki ha sido mucho más que un payaso, ha sido un padre para toda una generación, como él mismo tituló uno de sus libros hace unos años, "A mis niños de 30 años". Ahora sus niños de 30 años tienen alrededor de 40 y se han quedado huérfanos. Cuando aún no comprendíamos lo que significaba la muerte se fue Fofó, no nos lo creíamos y esperábamos que apareciera algún día por detrás de su estatua del Parque de Atracciones, años más tarde se fue Gaby, el payaso que menos gracia nos hacía por ser el payaso serio que reñía las gamberradas de Fofó y Miliki. Y ahora es Miliki el que se ha ido sin hacer ruido, sin despedirse, como él quería.
Herederos de un oficio tan difícil como el de hacer reír a los niños aunque los payasos estén llorando por dentro, oficio que tanto dignificaron nombres como Charlie Rivel, Pompoff, Teddy, los hermanos Tonetti y tantos otros que tantas penurias pasaron en sus carromatos para llevar la ilusión a todos los niños de cualquier rincón del planeta, hoy nos deja uno de sus más grandes exponentes.


Éxitos como "Había una vez un circo", "El gran circo de TVE", junto a su hija Rita Irasema, sus libros "A mis niños de 30 años" o el último "Cuando duermen los murciélagos", su último trabajo en un pequeño papel en la ópera prima de su hijo Emilio Aragón ·"Pájaros de papel"  y su plena dedicación a los niños, hace posible la paradoja de llorar a quien tanto nos hizo reir. DEP


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