lunes, 28 de octubre de 2013

NIÑOS ROBADOS

La pasada semana T5 la dedicó a un drama que, desgraciadamente, sigue de plena actualidad aunque su origen fue hace aproximadamente 40 años. Multitud de personas están aún esperando una respuesta e intentando que la justicia arroje luz sobre sus orígenes. Madres intentando recuperar o, tan solo conocer, a sus hijos que les arrebataron al poco de nacer, hijos que pueden tener ya una vida hecha, organizada y feliz, pero con el derecho a conocer la verdad. La verdad de una trama organizada en la que médicos, religiosas, abogados, conductores,.... robaron bebés que venían al mundo de madres vulnerables y frágiles por su situación económica o social. Sus cabecillas, sor María y el doctor Vela como apuntan la mayoría de los testimonios, hacían y deshacían a su antojo erigiéndose como los guardianes morales y decidían qué familias se podían hacer cargo de los niños mejor que sus madres, a las que mentían diciéndoles que los bebés habían muerto. Una trama siniestra como pocas, en la que se enterraban féretros vacíos y se enseñaban a bebés congelados suplantando a los bebés finados de sus desconsoladas madres.
Es curioso que cuando hay algún poder pringado por un delito, por terrible que este sea, es una ardua tarea echar el guante y hacer que los implicados paguen por ello. En esta mafiosa trama está la Iglesia, por lo menos algún miembro de ella, y todos sabemos lo que se tapa desde la Iglesia y desde los gobiernos conservadores los desmanes de los integrantes de la institución. Que este gobierno está plagado por simpatizantes o miembros del Opus Dei es algo que no esconden, aunque dicen que sus decisiones las adoptan en aras del beneficio de la mayoría, no son tan valientes como para justificarse anteponiendo sus creencias e ideología, que es como realmente gobiernan, o si no, echen un vistazo a la premura del sr Gallardón en cambiar la ley del aborto, por ejemplo.
También resulta curioso, que los culpables de esta trama, el dr. Vela y sor María, no hayan sido imputados formalmente en ningún momento, ¿quien los protege?, ¿por qué nadie ha visto el cuerpo de la monja y según dicen la han enterrado en secreto? ¿por qué el Fiscal General del Estado solo pone impedimentos para esclarecer este caso? ¿por qué a las víctimas no les conceden esa categoría, y solo les consideran afectados? El Estado tendría que poner todos los recursos necesarios para que la verdad salga a la luz y los culpables paguen por ello, ya que los robos afectan a los objetos, pero en el caso de los niños, se puede decir que han sido secuestrados.
Tantas vidas truncadas, tantas vidas a base de engaños, tantos cariños comprados y tantos sueños robados. 
Cuanto más tiempo pase, más se aleja la verdad y la justicia.
Salvando las distancias, me recuerda a la tragedia del Madrid Arena, de la que se va a cumplir esta semana un año, la pésima gestión de la alcaldesa, que recordemos que se fue a Portugal de balneario con su familia mientras seguían apareciendo cuerpos sin vida, y los responsables de la fiesta, incluido el octogenario equipo médico, están en la calle disfrutando de una libertad, de la que las familias de las cinco chicas no pueden gozar. En cambio, la pobre chica que se encontró una tarjeta de crédito y la utilizó para dar de comer a sus hijos gastándose 90€, si no es por la movilización ciudadana y la presión de las redes sociales, habría acabado en la cárcel con una inmediatez asombrosa. La otra gentuza está en la calle. Le cuesta mucho a la justicia meter en la cárcel a alguien con hábito o con corbata, presuponen su honradez. Y luego dicen que creamos en la justicia, que si es igual para todos,..... En fin, no me apetece hablar ahora de la Familia Real.
Aunque haya gente, a la cual no la han robado ningún hijo, que piensa que hay que pasar página porque es algo que ha pasado hace tiempo, yo estoy convencido que de ninguna manera hay que pasar página, hay que hablar de ello, y mantener la memoria viva de todos aquellos niños que fueron vendidos a familias pudientes, y sobre todo por esas madres que llevan 30 o 40 años sufriendo y llorando la ausencia de su hijo robado,
Por esa razón, la serie me parece muy oportuna, máxime con la calidad y la factura de Niños robados.
Respaldada por la audiencia, nos ofreció una visión muy real de lo que debió suceder en España hasta bien entrada la democracia con los niños robados. Bien ambientada, dirigida y realizada, consiguió transportarnos a esa época y llenar de credibilidad ese mundo que muchos tuvimos la suerte de no conocer.
Pocas actrices transmiten tanta verdad como Blanca Portillo y hay que ser muy valiente y sincera para defender un personaje tan miserable como Sor María. Impecable. Como impecable también está Emilio Gutiérrez Caba en la piel del sádico, maquiavélico y mercader Doctor Vela.
Alicia Borrachero y Eduard Farelo como los padres "adoptivos" de Susana, y Manuela Paso y Pepa Aniorte como las sufridoras madres en el edad adulta, están todos ellos sensacionales, la verdad es que todos los que forman el reparto de esta producción están llenos de verdad en sus interpretaciones.
Mención aparte merecen las madres jóvenes y la hija arrebatada, son 3 de nuestras jóvenes actrices con mayor proyección, y lo demuestran con sus conmovedoras actuaciones, son Adriana Ugarte, Nadia de Santiago y Macarena García.
Una terrorífica historia, que desgraciadamente no ha encontrado su final. Como en la serie, su final es abierto, pero ya que nunca será un final feliz, por lo menos ojalá sea un final en el que se sepa la verdad y sus culpables sufran el resto de sus vidas.











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