Este blog tan pegado a la más rabiosa actualidad con tintes de nostalgia, no puede pasar por alto la fecha que se aproxima y llegará en pocas horas: cada 22 de Diciembre se celebra el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad.
Este popular sortea data de 1812, el mismo año que se aprobó la Constitución, más conocida como La Pepa, de las Cortes de Cádiz, pero espero que los recuerdos de los lectores del blog daten de algunos años más recientes. Su retransmisión en TVE, por supuesto en riguroso directo, es todo un acontecimiento televisivo dadas las ilusiones que en el Salón de Loterías se concentran, la gran afluencia de público que allí se reúne para llamar a la suerte, algunos con estrambóticos disfraces para tener su minuto de gloria, la emoción de los Niños de San Ildefonso que tienen el honor de cantar algún premio, las numerosas anécdotas que habrán sucedido a lo largo de los años, bolas que se caen, errores de los niños que cantan una pedrea en lugar del gordo, el gordo que no sale y quedan pocas tablas con el consiguiente nerviosismo de los comisarios que piensan que se les ha escapado en alguna tabla anterior,....
Los auténticos protagonistas del sorteo son los Niños del Colegio San Ildefonso que han estado preparándose durante un año para tan magno acontecimiento.
Niños huérfanos que han tenido la suerte de ingresar en el popular Colegio y son formados intelectualmente y también entrenados para cantar los números y los premios del Sorteo a cambio de un pellizco de esos premios que les suelen entregar los agraciados, aunque los habrá más espléndidos o menos, pero la ilusión de estos niños por cantar alguno de los primeros premios no se la quita nadie. Supongo que uno de los mayores disgustos que recibieron estos niños acostumbrados a cantar en pesetas fue cuando se produjo el cambio al euro, encajar 2 sílabas donde antes habia 3 y con el mismo soniquete no debió ser tarea fácil.
Si me preguntaran a qué rostros asocio el Sorteo de la Lotería de Navidad, sin dudar diría que a los Niños de San Ildefonso y, sobre todo, a la voz que narraba este sorteo durante más de 15 años: Marisa Abad.
José Luis Uribarri es a Eurovisión lo que Marisa Abad es al Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Su bagaje de tantos años en el ente público y gran parte de ellos prestando la locución a este evento, hizo que conociera como nadie sus entresijos. Siempre tenía la frase perfecta para relatar cualquier cosa que ocurriera en el Salón de Loterías ya sea en el patio de butacas o sobre el escenario donde 2 grandes bombos, uno más que otro, no paran de girar. La otrora conductora del pionero talent show "Gente Joven" donde nació el trio Mecano cantando una edulcorada versión de la canción de Aute Al Alba, se hizo imprescindible en una retransmisión en que se vieron las carencias de los locutores post ERE, ERE que afectó de lleno a Abad y decidió que ya no era válida para la actividad que venía desarrollando a la perfección durante tantos años. Ni Sandra Daviú, antes del Díario, ni Ana Belén Roy, nos hicieron olvidar la profesionalidad de esta mujer que conjugó a la perfección el saber hacer con el entretenimiento a la hora de ser la Voz de la Lotería.
Al día siguiente, igual de tradicional que este Sorteo, es tradicional la apertura de todos los informativos informando y poniendo los dientes largos al personal, con la resaca de todos los premiados brindando con cava y diciendo que van a tapar agujeros y que van a ayudar a los hijos que están en paro. La alegría de ver como se reparte un premio en localidades y barriadas poco tocadas por la diosa Fortuna, mientras el 95% de la población se conforma, e incluso se alegra, con tener una salud de hierro, y es que el que no se consuela es porque no quiere.
Mientras Dª Manolita y La Briuxa d'Sort se frotan las manos por todo lo que han trabajado y seguirán haciéndolo hasta el 6 de Enero en que se celebra el Sorteo de El Niño, que las suerte les acompañe en forma de Euros o, por el contrario, con una buenísima salud, aunque si pueden ser las 2 cosas, mucho mejor, créanme.
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