Hagamos un alto en el camino de la Telenostalgia para comentar algo acerca de la actualidad, porque si hay un momento en el año que más gente se concentra frente al televisor es , sin lugar a dudas, en las CAMPANADAS DE FIN DE AÑO.
Afortunadamente, la audiencia mayoritariamente elige las campanadas oficiales, las sobrias, las elegantes, las de la realización impecable, las de la cadena que siempre está con nosotros en las citas importantes, la cadena que siempre nos cuenta lo que ocurre antes que ninguna y sin artificios amarillistas y sensacionalistas, la que nos acompañó a lo largo de nuestra vida al recibir el nuevo año: TVE. Anne Igartiburu y José Mota repitieron en la Puerta del Sol ante un 49% de share, la pública barrió literalmente a sus rivales. No le hace falta dar el campanazo con estrellas de relumbrón ni tirar de personajes del corazón para fidelizar a una audiencia entregada a seguir una tradición, porque qué es la Navidad sino una época de tradiciones. El turrón, los villancicos, el aguinaldo, el pavo, el árbol de Navidad, TVE, son algunas de las tradiciones que seguimos a pies juntillas cuando se acerca el mes de Diciembre. Un año más, la pública no defraudó y estuvo a la altura de lo que se pide de ella. Comimos las uvas sin atragantarnos mientras que 2 de los profesionales más emblemáticos de la casa dejaron constancia una vez más de su buen hacer y de la química existente entre ambos ya que, no en vano, es el segundo año que las presentan conjuntamente. La otra vez que las presentó José Mota fue junto a su compañero de Cruz y Raya Juan Muñoz.
Si TVE tenía fama de popular debido a un tarjet envejecido, parece que T5 ha tomado el relevo y ha diseñado sus Navidades en torno a Isabel Pantoja y su pequeño del alma. Los hemos tenido hasta en la sopa en los últimos meses a golpe de talonario. IP ha podido perdonar todo el "daño" que le hizo T5, el otrora archienemigo Jorge Javier y su malvado programa Aquí hay tomate por un puñado de euros que le ayude a sobrellevar sus acuciantes problemas con la justicia. Si los realityes "serios" de la cadena han sido "salvamizados", tampoco se han librado las campanadas, qué digo las campanadas, si éstas han sido lo de menos. Lo importante fue para el 22% de la audiencia, la entrega de IP a KR de un colgante de Paquirri como si no hubiera tenido tiempo para dárselo en otro momento sin focos ni cámaras, el deseo de KR de volver con su novia a la que había dejado hace 4 días con la intención de lanzarla un mensaje de reconciliación en el momento de las Campanadas, el dueto que se marcaron JJV e IP junto a un píano que más que las Campanadas parecía un fragmento del Cine de Barrio de Parada. Si antes la cadena pensaría de este despropósito que era un bochorno casposo y rancio propio de una tonadillera y del vago de su hijo, ahora piensa que es un acto de amor, de profesionalidad y de talento de Maribel y del simpático, carismático y bondadoso hijo, amén de "superviviente" y jurado artístico de TSQV los domingos. Se puede cambiar de opinión y criterio pero es una demostración más de que, para algunos, todo vale por la audiencia y por el dinero, es el precio de la dignidad.
De las de A3, poco que decir. Solo interesó a un 9% de la audiencia. Esta escueta cifra hace pensar que hubo trabajadores de A3 que eligieron otra cadena para despedir el año. Deberían renovarse y transgredir un poco para subir en el share aunque, bien pensado, no merece la pena gastarse mucho dinero porque TVE arrasaría aún sin presentadores.
La Sexta, con Wyoming y Ussun Yoon, y las autonómicas y digitales se repartieron el 21% restante, en una noche en que, como siempre, la cadena que da la Campanada es TVE.
FELIZ AÑO LECTORES
Tienes mucha razón Ricardo, pero no dices nada de que la Igartiburu luciera más de veinte trajes de noche diferentes que cada uno puede llegar a costar hasta 3 veces lo que ganamos muchos en un año... y eso que parece que el país, finalmente, parece que está en recesión, qué opinas de eso? besos mil.
ResponderEliminarSi, todo el mundo se percató, pero eso pertenecía a otro programa, y en el blog comenté las campanadas. Pero que no cunda el pánico que TVE no pagó un duro por ningún vestido ya que eran prestados a cambio de poner en los títulos de crédito el nombre del autor o autores.
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