Este fin de semana TVE nos volvió a deleitar, como nos tiene acostumbrados en los dos últimos años, con esta bazofia pseudomusical, hortera, deleznable y de pésimo gusto, llamada
Uno de los nuestros.
Viéndolo ahora por Internet me abochornaba comprobar cómo TVE, que podía ser un referente audiovisual como lo fue en épocas pretéritas no muy lejanas, se ha convertido en un nido de horteras de medio pelo. No quiero pensar lo que sería verlo en la noche del sábado, que es cuando se emitió, pensando que fue el causante de que un programa como
Informe Semanal sea relegado al late night después de 40 años en su horario inamovible. Una vez más somos testigos de los desmanes de este equipo directivo de TVE, que desprecia a la cultura y a la información relegándolos a un segundo plano como si fueran los causantes del descontento social que se palpa en la calle. En definitiva, esta basura, porque a este tipo de subproductos sí los considero telebasura, no a
Sálvame, Gran Hermano o Quien Quiere Casarse con mi Hijo, que por lo menos te ríes, ha sido el culpable de la supresión del espacio
Somos Cine y del retraso del clásico
Informe Semanal.
Si de TVE ya no me sorprende nada de lo que haga, sí me ha sorprendido que Gestmusic se ponga a producir esta mierda, después de crear formatos tan novedosos como
OT,
Sin Vergüenza,
Crónicas Marcianas, y tantos otros. Siempre se ha caracterizado la productora por fabricar programas de entretenimiento pero bien hechos, un tanto transgresores pero con buen gusto.
Por salud mental no lo he visto entero, pero no daba crédito al subidón de audiencia que ha tenido el prime time del sábado en la televisión que pagamos todos.
En esta etapa, como ya no están Joaquín Prats, Constantino Romero ni Jordi Estadella, parece que el presentador favorito de la TVE actual es el cansino de Carlos Latre. Después del estrepitoso fracaso de Letris, le dan una nueva oportunidad con este engendro, y le tapizan con una chaqueta roja para que de vez en cuando nos imite a alguien sin gracia alguna, como hace siempre. Y es que Latre no es un showman ni un gran presentador, ni siquiera alcanza la categoría de humorista, es tan solo un imitador que tenía su gracia en sus minisecciones de
Crónicas, pero de ahí a que aguante un programita el solo....
Los miembros del jurado, institución que puso de moda
OT, y que ha sido copiada hasta la saciedad en multitud de formatos diferentes, juegan a ver quien se luce más y es más gracioso. Javier Gurruchaga, que estará pensando qué coño hace ahí, Roser, que todos estamos pensando qué coño hace ahí y Mª del Monte, que ha aprendido que solo de sevillanas no vive el hombre y se tiene que ganar las habichuelas de otra forma, en lugar del famoso botón rojo, accionan una palanca para juzgar a los "talents", como se puede apreciar, cualquier parecido sería una mera coincidencia, sería comparar a los supemercados Sánchez Romero con el Día%.
Los concursantes parecían descartes de programas serios como La Voz u OT, y eran una sucesión de frikis sin carisma, sin talento y sin gracia.
Aún así, el programita fue la segunda opción. Ahora que con la crisis sale menos gente, TVE les castiga con esta chabacana verbena pagada por todos y, encima, es una producción ajena. Los que pusieron el grito en el cielo con el espacio
España Directo, que después lo resucitaron pero peor, ahora están que no caben en sí de gozo con este subproducto hecho para tarados. Enhorabuena, TVE, ¿para cuando un Teledíario dirigido por José Luis Moreno y presentado por Bertín Osborne?