Tal día como hoy en el año 1975 irrumpía en nuestras pantallas un triste señor con un triste traje gris en nuestra triste televisión en blanco y negro para dar una noticia esperada y celebrada por la mayoría de los españoles, y llorada también por unos cuantos: Españoles: Franco ha muerto.
Aunque a los de mi generación lo que más contentos nos puso era no tener colegio, con el tiempo vemos que además de la persona murió un sistema totalitario, en el que el país se sometía a la voluntad de un "iluminado" general. Enterramos una dictadura demasiado larga, un yugo opresor de una población que podía ir a la cárcel si expresaba una opinión distinta a la que imperaba en el Estado de la época.
Ni que decir tiene que no te podías salir de los encorsetados moldes ni de las costumbres de esa oscura época para no ser acusado de alterar el orden público.
Paradógicamente, el día que se cumple esta efeméride, los españoles celebramos la fiesta de la democracia, podemos ejercer el derecho al voto y, así, elegir a nuestros representantes en las instituciones. Elegimos, podemos renovar la confianza o cambiar el signo de nuestro voto, tenemos voz.
Al margen del criticable sistema bipartidista, la democracia es el sistema menos malo, pienso, ya que el sufragio universal decide la opción que elige el pueblo. Puede haber leyes injustas u obsoletas, pero se pueden cambiar siguiendo los mecanismos que contempla la Carta Magna o Constitución, siendo ésta también modificable por el riguroso sistema de reforma constitucional que también contempla nuestra Norma suprema.
En suma, los españoles hemos acudido al Colegio Electoral el día que los nostálgicos recordaban al dictador en la Plaza de Oriente juntándose los mayores parapetados en sus pieles y en sus bigotes pegados al labio con los jóvenes matones porteros de discoteca que no conocieron el franquismo pero se creen salvadores del universo y que tienen derecho a decidir quien sobra y quien cabe en este país.
Gane quien gane en las urnas, ganamos todos, sobre todo los que creemos en este país y en la libertad.
Me gusta mucho la visión que has dado del acontecimiento histórico que sucedió el 20-N de 1975.
ResponderEliminarSomos muchos, los que como tú bien dices, lo que más nos alegró fué no ir al cole durante tres días. Opinar sobre lo que ocurrió en aquellos 40 años de Dictadura Militar, sólo podemos contar lo que nos transmitieron nuestras familias y lo que hemos estudiado. Las versiones nunca coincidirán, únicamente en algunas cosas, el resto depende de como haya vivído cada cual su propia historia, en esa época. Aquí sí que va aquello de que "cada uno cuenta la feria según le va".
Lo indiscutible es que todas las Dictaduras, de cualquier color, son malas y la de España fué demasiado larga, después de una cruel guerra.
En mi familia he tenido versiones de todos los bandos,....pero al final siempre llegué a la misma conclusión: una guerra es mala para todos y sus consecuencias posteriores también.
Me molesta, especialmente, la gente que como nosotros, estaba en el colegio o no habían nacido y hacen apología o, por el contrario, hablan pestes de algo que no vivieron, ni conocieron.
Pero aunque el panorama político, no sea el más apropiado o desable, al menos hoy por hoy, tenemos el derecho y el poder de decidir, por supuesto también el de Opinar.