lunes, 19 de septiembre de 2011

EL INTERMEDIO

Todos los días de lunes a viernes a eso de las 21.30, desde La Sexta, nos topamos con un informativvo, SÍ un informativo, en el que las noticias más relevantes de la jornada son analizadas en clave de humor por el inefable Wyoming y su equipo. Si pienso que se trata de un informativo es porque a través de sus colaboradores nos sirven más o menos todo lo que anteriormente ha presentado los informativos de todas las cadenas, y desde el humor también se puede hacer información como lo han demostrado toda la vida grandes del humorismo gráfico como Mingote y Forges, autores de inolvidables editoriales que en nada tienen que envidiar a los de Haro Tecglen o Ussía.

Chechu Monzón, el Gran Wyoming para el siglo, ha tratado siempre en sus programas la actualidad de una forma distendida con dosis de ironía, de sarcasmo, de acidez. de mordacidad, y por qué no? de una justa mala leche.

Su verbo fácil, su incontinencia verbal y su rapidez de reflejos a la hora de contestar a algún invitado, denota su gran inteligencia y apertura de mente, cualidades que viene demostrando desde hace unos 20 años en la pequeña pantalla: El Peor Programa de la Semana, Caiga quien Caiga, La Azotea,... Este último ha sido uno de los pocos garbanzos negros en el cocido-trayectoria de Wyoming, que quizás por las prisas en la producción pasó sin pena ni gloria por la parrilla de TVE, justo antes que CQC en T5.


Esta dilatada trayectoria televisiva tampoco ha estado exenta de polémica, los programas de humor inteligente siempre han sido muy incómodos para el poder detente quien lo detente, pero a algunos les perturba más que a otros. Así, quisieron inculparle de una agresión sufrida por el periodista Hermann Tierchst en las puertas del piano-bar Tony2 de la calle Almirante, legendario bar que fue regentado hace varias décadas por el actor Adolfo Marsillach por lo que era un punto de reunión de la gente de la farándula. Pero bueno, que me estoy dispersando; tanto el propio Tierchst como la propia Esperanza Aguirre, tanto en calidad de Presidenta de la comunidad de Madrid como de dueña y señora de Telemadrid, acusaron directamente a Wyoming como cooperante necesario en la lesión sufrida por Tierchst porque cometió el horrible delito de poner vídeos en su programa manipulados, como hace con todos los políticos y periodistas. Luego se supo la verdad y se tuvieron que callar los acusadores censores. El agresor le propinó una injustificada y repugnante paliza porque se sintió molestado e intimidado por el señor Tierchst en el fragor de la noche y el alcohol.

En fín, un programa sin grandes pretensiones, ameno, entretenido, a veces divertido, que si no consigue ser visto con una sonrisa, en las cadenas de enfrente y de al lado hay otras propuestas. Cuenta con un plantel de colaboradores que encaja como un puzzle, a la perfección. Y, aunque en la actualidad,  por la edad o por ser un programa díario,  ya no improvisa con la misma facilidad que antaño y tira mucho del autocúe, sigue conservando la chispa y el ingenio, mérito también, por supuesto, del equipo de guíonistas que lo arropan.


1 comentario:

  1. Aunque ya sabes que el gran Wyoming, no está entre los santos de mi devoción, no voy a dejar de reconocer las cualidades que posee y que dicho sea de paso, personalmente admiro en cualquier persona, como son su agilidad mental, su imaginación y su ironía. De los programas que he seguido de él, me decanto por CQC, tal vez por el formato del programa que me gusta, aunque desde que se fué él perdió mucho. Manel Fuentes, tampoco lo hizo mal, pero nunca como Wyoming. El que hace con la "chinita" ( no recuerdo el nombre) me pone de los nervios, especialmente "la china", perdón pero tampoco he puesto interés en aprenderme el nombre de la chica en cuestión....Sorry!

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