En 1998 llegó a nuestras pantallas un talent show, que como los programas de este género que le precedieron, parecía estar abocado al fracaso. Pero nada más lejos: el casting, la impecable factura del programa, la mordaz Pilar Tabares en el Jurado y el formato en sí hicieron que una media de 10 millones de personas estuvieran pegadas al televisor todos los lunes por la noche, media que ahora no la consigue ni el partido de la Champions.
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chic@s que , sin saber donde se metían estaban cargados de ilusión, de ganas de vivir de la música. Nos emocionaron con sus voces y con su forma de ser, todo unido a lo didáctico del programa, ya que seguíamos paso a paso sus avances en el aprendizaje de algo que muchos casi desconocían porque solo cantaban en la ducha o en el andamio.
De esta edición han salido bastantes que han logrado hacerse un hueco en el maltrecho panorama musical español: Rosa, Busta, Bisbal, Fergó, Natalia, Tenorio, Chenoa...Ninguno ha salido en los platós poniendo verde a los demás, en fín, era otra cosa.
Esta entrada quizás trata de un programa muy reciente para ser de Telenostalgia, pero creo que se lo merece por pasar a los anales de la historia, ya que ocupó las portadas de los principales diarios de tirada nacional y llenaron 2 diás consecutivos el Santiago Bernabéu, en contraste con las hordas posteriores de concursantes que apenas han llenado una pequeña plaza de pueblo en sus fiestas patronales.
La verdad, es que como la primera edición de OT, ninguna.
ResponderEliminarEn mi humilde opinión, fué una "edición pura", era un nuevo programa que no se sabía cómo iba a funcionar y todos los que formaron parte del proyecto, pusieron "toda la carne en el asador" para que aquello saliera bien. Todavía no se había contaminado con otros intereses, ajenos, al objetivo primordial de OT: descubir nuevos talentos, nuevas voces y caras, para el mundo musical. A todo lo anterior, hay que añadir que los chicos-as que participaron en esa primera edición, iban sin "picardear", eran gente sencilla, con ganas de aprender lo máximo posible para poder llegar a cumplir sus sueños: dedicarse a la música. Con que ilusión y reponsabilidad asumieron el reto.....y, ¡como nos hacian cantar! Yo tengo que confesar que cantaba como una loca con ellos y me hicieron pasar muy buenos momentos.¡Gracias!